A veces, no se sabe muy bien por qué, un director novel, pero novel de verdad, sin ninguna otra película en su haber, como es el caso de Aaron J. Wiederspahn consigue a un actor de relativa fama para su primer trabajo. Wiederspahn es el director, guionista y productor, y lo único que se puede decir de él es que era el cantante de una banda de post-punk post-hardcore llamada Dear Ephesus. Poco que aportar más allá de un presumible carácter bohemio que casa con el argumento de la película.
El actor de relativa fama es David Strathairn, a quien recientemente hemos visto protagonizar con pulse firme la película “Buenas noches y buena suerte”, y que ya ha tenido un par de películas en el festival de San Sebastián: “Las flores de Harrison” donde era el Harrison del título, y “Mi mapa del mundo”. Un actor muy sólido que supongo que habrá accedido a participar aquí al ver un guión que le haya llamado especialmente.
En cuanto al guión, como antes adelantaba tiene un toque bohemio, sobre el sentido de la vida, el trabajo, etc. Muy posiblemente esto llevará a que sea una película algo pretenciosa y de esas que llevan la independencia por bandera. Si esto no es excesivo no habrá problema. No la temo como aburrida, sí como sosa y olvidable. Habrá que darle una oportunidad a este chico.