Me temía yo en la precrítica que
Spielberg iba a pecar de superficial, de aportar poco
contenido intelectual a la obra. Lo cierto es que no podía estar más
equivocado. Lincoln es una pelícuala densa, en la que a veces
cuesta seguir lo diálogos, los razonamientos y las alusiones al
contexto histórico. No ha tenido miedo el viejo rey Midas en
sostenerse sobre un guión áspero, con mucho peso. Quizá cuenta con
algo a favor jugando en casa, que los americanos conocen de sobra el
personaje y el contexto como para seguir la trama con más facilidad.
Pero aún así no deja de ser una historia que se mueve entre
habitaciones, discursos y debates.
Por supuesto, la personalidad del
cineasta está visible incluso siendo una obra muy ajena a su estilo. Lo vemos en la manera de enfatizar emocionalmente las acciones
de los personajes. Lo vemos en cada elección acertada de los
encuadres. Y queda patente también en su forma de mimar el aspecto
humano del protagonista. Desgraciadamente también está el Spielberg
que se empeña en meter niños donde sea y en contarnos una vez más
el enésimo conflicto paterno-filial de su filmografía.
Tiene ritmo y está bien narrada. Por
supuesto, está bien rodada. Pero hay dos aspectos que, en mi
opinión, destacan por encima de los demás. La ambientación es uno
de ellos. Resulta llamativo el realismo con el que está
representado, en cada detalle, la época y el lugar. Con esa suciedad
viva, y esa imperfección hiperrealista. Con esos detalles de
desaliño y de olor a rancio. La inmersión en la época es absoluta
y en ese sentido es en el que más se percibe la película
interiormente. El otro punto fuerte es el reparto y, muy
especialmente el animal salvaje de la interpretación que es Daniel
Day Lewis. Cualquier cosa que diga se queda corta. Sabe
representar con ternura a todo un icono, sin desmerecer el mito. El
resto del reparto funciona perfectamente.
Apenas puedo destacar fallos, no le
saco muchas pegas a esta película que se ve con interés. Pero
tampoco es el Spielberg que maravilla. Le falta chispa y una esencia
con suficiente cuerpo como para perdurar en el recuerdo. En cualquier
caso, una buena película.