De algunas películas se dice que parten de un argumento convencional para tratarla de manera original. En este caso es justo al contrario. Tiene su punto la premisa pero está tratada como siempre. Puede ser divertida a momentos, entrañable, puede ser disfrutable. Pero, por Dios, una vez más la misma película. No sólo la misma película de Sorín, la misma película de turismo social que algunos estamos hartos de ver.
Un personaje que hace un viaje, con un objetivo marcado, pero el objetivo no es la cuestión sino las gentes que va encontrando por el camino. Putas, manifestaciones, ciegos... ¡¡ basta !! Me parece terrible que se haga una y otra vez la misma historia. Más turismo social.
El uso de lo que parecen ser actores no profesionales tiene pros pero muchos contras. Muchos parece que están a punto de saludar a la cámara. Resultan naturales algunos gestos y palabras pero a costa de ofrecer una imagen amateur inaceptable.
La película se hace entretenida hasta que deja de serlo por insistencia. Una idea que da para una hora como mucho. Quizá sea porque no soy fan de Maradona. Está bien el mensaje a favor de la ilusión, de asignar importancia a las pequeñas cosas. Pero se pasa de optimista mostrando continuamente a personas dispuestas a ayudar. Todos son tan buenos en esta película que aburren.
Como digo, tiene momentos graciosos, pero no es suficiente. Por favor, cambiemos de película.