Crítica de la película En el valle de Elah por Keichi

El multipremiado y nominado en otras tantas ocasiones Paul Haggis es un hombre ducho en lo que al arte del guión se refiere. Es un perfecto conocedor de los trucos necesarios para narrar una buena historia y que además implique emocionalmente a los espectadores. Si antes de Crash y Million Dollar Baby Haggis solamente se había dedicado a forjar su reputación en el mundo de la televisión, da la impresión de que ahora pretende reivindicarse como uno de los grandes nuevos nombres de la industria. ¿Será equiparable el talento como guionista de Haggis a su pericia como director? Desde luego, a la hora de ofrecer respuesta a esta pregunta, Crash no puso de acuerdo a todo el mundo. De lo que no cabe duda es de que esta película va a ser una de las grandes de la temporada. Ahora bien, la forma en la que su director afronte un tema tan polémico como el de los marines enviados a la guerra de Irak promete generar más de una discusión.

Ciertamente, Paul Haggis destaca por sus efectivos guiones (que se lo pregunten a James Bond), pero no es esa la única virtud presumible a In the valley of Elah. El plantel de grandes actores que hacen acto de presencia a lo largo del film (Tommy Lee Jones, Susan Sarandon) junto a otros nombres famosos que, eso sí, no acaban de convencer a un servidor (Charlize Theron, James Franco, Jason Patric) incita al espectador a acudir al cine a ver un gran enfrentamiento de interpretes. La polémica desatada en Venecia tras la ausencia del film en el palmarés y sobre todo por la entrega de la Copa Volpi a Brad Pitt -presuntamente arrebatada a Tommy Lee Jones- es un excelente aliciente para tratar de descubrir las restantes virtudes de esta película.