Crítica de la película Imago Mortis por Olmo

Imago Mortis es una opción muy interesante. Huele a película fresca, como sacada del horno y tierna. Vamos, que lo único que nos falta es ir a verla y disfrutarla poquito a poco de cada mordisco. Mentiría si no dijese que suelo ser un escéptico con trabajos de calado como este último. Cualquiera de nosotros podría preguntarse a qué viene una película así, con un título de esta categoría pudiendo parecernos tan poco atractivo en verano cuando las sagas reinan los espacios de proyección. Y es que el verano entra en su fase de madurez al igual que los títulos que se asoman en cartelera. Aún no ha llegado esa película sorpresa que pega el estirón y tenga su minuto de gloria. Imago Mortis es una de mis candidatas. ¿Porqué no?

En la dirección debuta el italiano Stefano Bessoni y le ayuda en el guión el español Luis Alejandro Berdejo además del propio Bessoni. El acento hispano-italiano de la cinta es notable ya que es una coproducción entre estos dos países. Desde este punto de vista, todos los que se sientan amenazados por ese cine español que horroriza en ocasiones, he de pedirles calma, cautela y tranquilidad porque la cinta huele más europea.

Prosigo con argumentos convincentes. Geraldine Chaplin ( El Orfanato) y Álex Angulo (El laberinto del fauno). Dos colosos delante de la cámara. No pueden fallar. De ocurrir lo peor ellos serán lo mejor. Les avala una gran trayectoria y un numeroso listado de títulos y trabajos en el mundo del séptimo arte. Las caras más juveniles de la cinta son las de Alberto Amarilla, a quien recientemente le hemos visto en Fuga de Cerebros pero que tuvo un papel más importante en El camino de los ingleses. Por otro lado,  Leticia Dolera, muy conocida por muchos por su rostro juvenil en la serie Al Salir de Clase.

Espero una historia negra, triste, con especial suspense, un desplegable a punto de plegarse otra vez y que tense la cuerda. Hay que arriegarse. El valor del riesgo gratifica enormemente cuando algo sale bien.