En España no estamos acostumbrados a tener pelotazos en taquilla patrios, cosa muy distinta de lo que sucede en Francia, donde es tónica habitual que haya dos o tres películas por temporada que rompen la taquilla con una fuerza inusitada. Esa etiqueta sirve para algunos distribuidores para ahorrarse un trabajo que seguro mal pagado no estará y pegar en grande en el cartel de la película francesa de turno "éxito de taquilla en Francia". Acordémonos, por ejemplo, de Bienvenidos al Norte. Ahora le ha llegado el turno a El primer día del resto de tu vida, que tuvo su momento hace dos temporadas en Francia y que tuvo su nada desdeñable ramillete de nominaciones a los César.
Dirige, la que es su segunda película, Rémi Bezançon, un joven director galo que ya obtuvo cierta repercusión con su ópera prima: Love is in the air. Vuelve a la carga con una cinta con un marcado tono melodramático, de historias cruzadas y la familia como protagonista. Este tipo de estructuras, que buscan no la normalidad sino la anormalidad atrayente, funcionan perfectamente. No se trata de la búsqueda del realismo, sino de la realidad a través de unas situaciones digamos estrafalarias. De esta manera, lo agrio del drama entra mucho mejor, con el espectador esbozando la media sonrisa.
La banda sonora de la película tendrá una importancia extraordinaria, y además servirá para que se nos pase el tiempo en el cine volando. Una propuesta muy en la línea de C.R.A.Z.Y., película con la que comparte al actor Marc-André Grondin.
Una película perfecta para empezar las vacaciones.