Crítica de la película Los siete días por Hypnos

Pese a que la película cuenta con financiación y producción francesa, el alma de la misma es israelí por los cuatro costados. Empezando por su directora y protagonista, Ronit Elkabetz; el codirector y coguionistas, su hermano Shlomi; el reparto y gran parte del equipo técnico.

De hecho, esta película contó con 13 nominaciones a los premios de la Academia de Cine de Israel. Sólo se llevó dos: mejor fotografía y mejor actriz secundaria. Nada pudo hacer frente a Vals con Bashir, sin duda, la película israelí del curso pasado.

Si se echa una mirada a los premios del año 2007, se verá que las películas nominadas no nos son desconocidas. La película triunfadora fue La banda nos visita, ganadora de varios premios en Cannes 2007, mejor director y guión en Seminci 2007, entre otros numerosísimos premios; Beaufort, elegida por Israel para representarla en los Óscars 2008, y ganadora del Oso de Plata al mejor director en la Berlinale 2007; Meduzot, ganadora de la Cámara de Oro en Cannes 2007 y presente en el Zinemaldi 2007; o Noodle, ganadora del Gran Premio Especial del Jurado en Montreal 2007.

El cine israelí está viviendo la mejor época de su historia, y una película como Siete días lo ratifica, después de un no muy discreto paso por la taquilla francesa, se abre paso en nuestra cartelera.

Esta película resulta ser la segunda de una Trilogía que su autora está realizando sobre el personaje de Viviane. La primera parte de la trilogía fue Prendre femme, cuya acción se situó en 1979; en esta película, la acción se sitúa en 1991, en el marco del rito religioso judío del Shiva.

Me apetece, y mucho, comprobar el nivel del cine israelí a través de una apuesta centrada en las relaciones familiares y su conexión con la realidad social en la que las mismas se enmarcan. Es la gran prueba de fuego de un cine maduro. Creo que aprobará con nota.