Las producciones cinematográficas catalanas se han hecho fuertes en los útlimos años. No es casualidad que tantas producciones nacionales a ese lado del mediterráneo tengan acento catalán. De vez en cuando viene bien que una película haga de medidor en los ámbitos más rigurosos como son los festivales de cine. Elisa K puede tender un puente a futuros trabajos exitosos que sigan con esa filosofía del cine de autor y de las producciones más personales y auténticas.
En el caso de Aita, un trabajador en la sombra, José María de Orbe, se presenta con un trabajo seguramente muy personal y pulido. En el caso de Elisa K, dos clásicos del cine de autor catalán, Judith Colell (Nosotras) y Jordi Cadena (Barcelona Sur) se juntan por primera vez para dirigir esta película que pretenderá ser un revulsivo para todos aquellos espectadores que quieran disfrutar de la literatura a través del cine. Dos directores a los que les gusta sentirse satisfechos a nivel personal y profesional. Mucha experiencia a sus espaldas y nada que perder.
El guión de Elisa K se basa en el cuento de Lolita Bosch Elisa Kiseljak aunque no será una mera adaptación a un cuento, irá mucho más allá, el libro se acaba convirtendo en la base de un proyecto cinematográfico. Fruto de la experimentación y de la cohesión de la pareja Colell-Cadena, puede resultar ser una cinta amable con el ritmo, muy propio de las producciones nacionales pero rigurosa y firme en cuanto a los contenidos sin quedarse a medias tintas con lo que se quiere contar. Espiritual, estética, transparente, este film en un principio cuento, pondrá a disposición todas las armas que el cine posee para crear una atmósfera pintoresca, atractiva, sin dejar a un lado el dramatismo más clásico en tiempos modernos. Una historia de escondites, de recovecos, todo un clásico que queda en agua de borrajas en casi todos los intentos por parte de otros profesionales de la industria aunque en esta ocasión creo que vamos a estar en buenas manos. Yo creo.