Con muy buenas intenciones, la película trata de ser correcta, plausible, y lo logra al principio sin demasiado aplauso tratando de expresar las circunstancias a golpe de espera, lentitud y mucho sentimiento o rostro de él.
A medida que la cosa avanza, la doctora, fiel a su personaje que no cesa en toda la película de sostener la idea principal de la recuperación, también entra en momentos algo débiles con un investifador de la policía y una lucha por el cierre, que paralizan la trama, la hacen muy increíble y amodorran un final que esperas con impaciencia porque eso significa el fin de la película.
Con un final muy bonito y enternecedor pero poco real y muy guiado por el camino comprensible del cableado, el espectáculo del granero sin orden policial sólo sirve para dar pie a un acabar esperado y menos intenso de lo que se podría esperar. Lo intenta pero no consigue mantenerse en un nivel digno para recordarla, al menos.