¿Quién decía que ya no existía la comedia de enredo?. Pues desde luego esta película parece un claro ejemplo de lo que puede ser, al más puro estilo del Hollywood más tontorrón pero con carácter a lo producto nacional. Gonzalo Suárez (Remando al viento o El portero) es el culpable de esta especie de modernización del género, para que no sólo Pedro Almodóvar (Volver o La mala educación) pueda jugar a la variante de los personajes alocados o por enloquecer, salvando las distancias.
Se echaba de menos que alguíen se atreviera de manera ligera a elevar a los altares un ritmo loco, con airadas intervenciones de actores que seguro han disfrutado con este rodaje. Estimulante la opción de cartelera que no creo vaya a dejar de tener calidad técnica y de cámara, ya no estamos en otros tiempos donde la fotografía era sólo para ver bien las escenas en pantalla.
El elenco de actores también es importante, Aitana Sánchez Gijón (La carta esférica o Bosque de sombras) y Carmelo Gómez (La carta esférica o La noche de los girasoles), rodeados de la primera línea como Maribel Verdú (El laberinto del fauno o Siete mesas de billar francés), Najwa Nimri (Mataharis o Las vidas de Celia), Alberto Jiménez (Atlas de geografía humana o Pactar con el gato), Jorge Sanz (El lobo o Bienvenido a casa) o la menos conocida Bárbara Goenaga (Los cronocrímenes o Un tranvía en SP).
Estoy bastante contento y animado con esta producción que no creo me deje descontento, aunque si así fuera, por la poca calidad de los diálogos por ejemplo, al menos podré decir que he pasado un muy buen rato. Un tren, La regenta, líos de todo tipo, y la conversación conspiradora latente.