Aparece sin mucho ruido por la cartelera una de esas películas, relativamente abundantes en el cine español, sobre un grupo de amigos, un reencuentro, el futuro por delante y el pasado como lastre, a veces bello, pero lastre.
Todo esto puede ser en muchas ocasiones una oportunidad más que digna para llevar adelante un proyecto personal, de poco presupuesto pero con mucho cariño y con naturalidad.
El protagonista, ahora de moda, Óscar Jaenada (“Camarón”, “Noviembre”) es un actor capaz y puede resultar muy interesante para este tipo de proyecto. Tenemos al director (Miguel Santesmases) y los guionistas (Antón Casariego y Martín Casariego) de “La fuente amarilla”, ahora más alejados del crimen para presentarnos esta comedia dramática.
Me temo que nadie va a salir asombrado del cine pero sí creo que será una película sincera y entretenida. Agradable de ver y a veces hasta conmovedora. Un poco de cine español medio, de nombre desconocido y, en principio, sin crítica social de megáfono.