Crítica de la película Up por Obi-Wan

Pixar lo ha vuelto a conseguir. Pete Docter y  Bob Peterson tenían una apuesta arriesgada, con un anciano como protagonista y un pequeño boy-scout que le acompaña en sus andanzas, personajes que podrían hacernos dudar si no se trataría sólo del típico viejo cascarrabias y el niño picajoso y cargante. Pero por el contrario han logrado una historia tierna a la vez que divertida, más profunda de lo que a simple vista pueda parecer, mostrando valores y emociones entre lágrimas y risas, como solo esta productora sabe conjugar.

Su primer tramo me ha recordado a Wall-e aunque en un contexto muy diferente. Simplemente me ha parecido sobrecogedora y de una belleza y sutileza apabullante, con esa perfección para plasmar sentimientos sin palabras. Como notar que las lágrimas afloraban y caían en esa consecución de escenas para explicar toda una vida mientras la banda sonora de Michael Giacchino me desarmaba por completo, ha sido una experiencia sublime. La magia del cine, una vez más.

Tras esa perfecta primera parte, se convierte en una película de aventuras, con una trama podríamos decir más infantil, pero que sigue encerrando intensos momentos dramáticos, como los recuerdos que el anciano Carl tiene de su mujer Elie en la casa, personificándola en ella o como el jóven Russell describe como un niño que es de manera inocente su situación familiar. Y es aquí dónde reside su grandeza, en saber entrelazar el drama con el humor, con momentos nostálgicos y tiernos y escenas hilarantes guardando guiños al espectador adulto. La sonrisa ha aflorado a mis labios, cuando al comienzo de la película, hemos podido escuchar la voz de Matias Prats narrando el noticiario.

Quizá el ritmo decaiga en algún momento, pero es algo que se puede perdonar, porque cuando el nivel está tan alto es difícil poderlo mantener en toda la cinta. A algunos la introducción de los perros con ese collar inteligente, les puede parecer demasiado fantástica, pero no hemos de olvidar que estamos ante un producto infantil y no puedo hacer mas que alegrarme de que de la mente de los componentes de Pixar sigan saliendo nuevas ideas y que en cada título nos muestren algo diferente, que nos sorprenda y nos haga soñar.

No es una película perfecta. La animación en 3D es de calidad, pero no espectacular. Y sufre un cambio muy apreciable tras una primera parte espectacular. Pero su guión me ha emocionado con unos personajes bien trazados que lograban transmitir sus sentimientos y me ha hecho reír a la vez que la tropa de menores que me rodeaba en el cine. No se puede pedir más.