Brad Anderson tiene bastantes ganas de hacer cine. Por eso, éste Transsiberian, que tiene buenos mimbres (densa atmósfera, crímen, viaje en tren ...), tiene bastantes papeletas para convertirse en uno de esos "entretenimientos con algo más".
Lo que más miedo me da es que sufra el síndrome de "El maquinista", su anterior película. Y es que a mí me gustó bastante, pero le faltaba algo para rematar la faena, algo que no la convirtiera en una película olvidable.
Esperemos que con Transsiberian haya aprendido la lección y ésta vez remate la faena. Se verá con muchas ganas.