Así. Tal cual. Una puta oronda y descarada, orgullosa, graciosa. Entrada en años. Manchega pero con más de 20 años de experiencia en las esquinas del Raval.
Eso tal cual es lo que ofrecerá Mónica del Raval, documental que gustó en el Festival de Málaga por lo evidente: Porque la mujer será muy brutota y sincera, directa, se la imagina uno con pocos tapujos a la hora de contar, explicar y detallar. Más de una risa.
Comentan que el mérito del documental está en haber conseguido casi idéntica sinceridad ante la cámara en los clientes de la señorona. Lo cual aumentará el resultado final en detalles, matices grotescos, todo lo demás. Y en risas.
Pero no es lo que más me apetece ir a ver al cine ahora, por mucho que el tema del puteo callejero en Barcelona esté de moda y en sumarios de telediarios, últimamente.