Crítica de la película El ilusionista (The Illusionist) por Iñaki Ortiz

Suena a vieja y facilona esta historia ambientada en Viena, con magos y príncipes, de los de verdad pero de mentira. Suena a historia prefabricada sujeta a una ambientación de palacios y salones de gente bien peinada y uniformes infinitamente abotonados. En definitiva, me suena mal, a producto anquilosado de venta fácil.

Para empeorar el tema está el asunto del estiramiento. ¿Qué estiramiento? El que sin duda ha tenido que llevar a cabo Neil Burger, director y guionista para adaptar el relato corto de Steven Millhauser para conseguir un largo de 110 minutos. No es una cuestión vital, otras veces ha producido buen resultado esto de adaptar un relato corto, pero viendo el aspecto que tiene veo relleno por todas partes.

Relleno con imágenes bonitas y con corrección exasperante. Una sobria aunque eficaz fotografía de Dick Pope (“El secreto de vera Drake”)  y posiblemente una dirección artística aburrida. De Neil Burger poco se puede decir pues esta es su segunda película. Aunque es autor, no creo que esto sea ni de lejos cine de autor. Quizá la mejor baza la encontremos en Philip Glass al mando de la banda sonora, responsable de trabajos tan interesantes como “El show de Truman” o mejor, musicalmente hablando, “Las horas”.

Sinceramente, el único interés que tiene para mí esta película se reduce a dos nombres. Uno es el del maravilloso actor fetiche del cine independiente actual, Paul Giamatti, a quien hemos podido ver de protagonista en películas tan interesantes como “La joven del agua” o “American Splendor”. Lástima que aquí hasta él sale bien vestido y con aspecto serio y ordenado. Pero es el otro nombre el que más me influye, el de Eduard Norton.

Quien mire mi perfil verá que tengo su actuación en “American History X” como la favorita. Este chico me convence. Recientemente lo hemos visto en “El reino de los cielos”, lástima que estaba enmascarado, pero donde no estaba nada enmascarado es en “La última noche” o “El club de la lucha” en las que está perfecto. Sobre todo es un actor que tiende a elegir buenos papeles en buenas películas, o al menos nunca demasiado malas. Así que me digo que algo tendrá esta película que se me escapa. Ante la duda, lo mejor es comprobarlo, yo de momento no la recomiendo.