Lee Chang-dong es un artista surcoreano que podríamos equiparar a otros realizadores asiáticos como Wong Kar-Wai o Kim Ki-duk, dada su particular estética llena de belleza, su pausada narración y su tendencia por el drama, creando un submundo muy personal y podríamos decir también hipnótico para muchos. Anteriores trabajos suyos como Chorok mulkogi o Bakha satang, que escribió y dirigió, se han paseado por los festivales de cine de medio mundo, destacando los galardones que consiguió en el 2002 con Oasis en el Festival de Venecia.
El caso que nos ocupa estuvo nominado a la Palma de Oro en el Festival de Cannes en el 2007, consiguiendo el premio para la actriz Jeon Do-yeon. Basada en la novela de Yi Chong-jun, que el propio Chang-dong ha adaptado, la historia versará sobre la vida de los habitantes de un pequeños pueblo, dónde los secretos, los silencios y las miradas gozarán de gran importancia.
Según el mismo director, las escenas se fueron rodando en el mismo orden que aparecían en el guión, para que los actores pudieran guiarse por la fluidez de sus emociones. Una peculiar característica que espero se demuestre en el nivel interpretativo y que es inequívoco indicador de que Chang-dong, no es un realizador convencional.
Una opción no apta para la gran mayoría, pero que los seguidores del cine oriental y los amantes de este tipo de cine tan visual y subjetivo, podremos gozar con garantías.