De vez en cuando, surgen películas de aparente menor fuerza, bien por falta de publicidad o bien por falta de apariencia, que aunque no terminan de ser peliculones como la mayor amplitud de la palabra puede ahondar en nuestra memoria, consiguen hacerse un hueco en el corazón y el aplauso del cine sencillo, de ese que se busca y encuentra por semanas perdidas en el peregrinar a las salas de cine.
Medianeras es un nombre con truco que ya sirvió para poner título a su raíz artística, un cortometraje que dirigió el mismo director, Gustavo Taretto, argentino como el film. Las paredes que separan los edificios separan a dos personajes que tratarán de conformar una comedia romántica seria y reflexiva, sin exageraciones pero sí escenas provocadoras, que tratan de ganar a las almas curiosas que se acerquen.
Pilar López de Ayala (Lope) será la representante española en el papel de actriz principal, estrenándose en el país y con un acento argentino que tengo ganas de anotar, en un Buenos Aires siempre enorme e inmenso, que puede que no sea el New York de los grandes films de la industria pero que me anima mucho más.
Se tratará de una película sincera y con toques de originalidad que gustará, como a gustado en su país, a propios y a extraños, con buena salud y fácil visionado.