La matanza de Texas es una película que deja de interesarte tras los créditos. Una vez que sabes cómo se convierte en Sheriff y cómo ha decaido el pueblo y por qué, ya puedes enganchar con la matanza de texas original. Y, encima, el hecho de poder enganchar con ella da un poco igual. Quizá si hubiera sido más curiosa la manera en la que discurren las cosas podría haber tenido algún interés.
Por lo demás la película no es una precuela sino un remake, ya que tras los citados créditos, todo queda más o menos configurado para clonar la película original.
No me apetece articular una serie de argumentos que nos lleven a concluir que el cine de terror actual está falto de ideas, al menos no creo que ésta película merezca el esfuerzo de hacerlo. Sólo diré que, tras los setenta y ochenta época dorada del terror y unos noventa llenos de japoneses jartos, el nuevo milenio está alumbrado películas que sólo huelen a terror postmoderno y curva de rentabilidad. Sólo de vez en cuando aparece una joyita digna de ser recordada.