Esta es una película de esas especiales, con algo o mucho más que el resto, que marca la diferecia y encima se define así misma con un climax arrebatador. El adjetivo que suelen tener estas películas sin llegar a ser grandes pero inmensas a la vez aún está por descubrir pero desde luego que sean muchos los productos con esta intensidad y contenido para gozo de mi retina.
La enorme capacidad de síntexis en muchos de los momentos para no caer en una historia más de asesinos en serie, el magnífico planteamiento de sueños y visiones que aunque parezca cansar es necesario, el personaje bien llevado de Tom, sin ser guaperas, sin ser recalcitrante, sin ser héroe de nada, esa preocupación eterna con la historia, ese simbiosis con su mentor de visiones Ben, el supuesto asesino, esa capacidad para unir con gestos y pocas palabras todos los matices de un personaje complejo que pocos pueden interpretar y todos quieren. La comparsa es Carrie pero no está de más, aparece lo justo y necesario, es su atadura a la normalidad, la que le salva de la locura incluso en el momento final.
Por otra parte la dirección en ciertos momentos es exquisita con la elección de varios planazos necesarios para la escena, al fin y al cabo me ha parecido una película de grandes planos, la dirección es más o menos inteligente apoyada por un montaje nítido y esclarecedor pero algunos planos, las imágenes residuales son magníficas.
Un gran trabajo en general con el sello de la independencia y contando una historia sin complejos, ella misma, aún siendo complicada, un trabajo serio, una película llena, un thriller sin miramientos. Un fuerte aplauso.