Los estereotipos, la historia de Brasil concretada en el año 1970 durante la época de los años de plomo dictatorial, y el trasfondo de un país muy distinto culturalmente por sus mezclas, son el tapiz de una película que ha metido mucho ruido, que es de corte dramático por lo antes descrito pero al parecer tierna entorno a la figura de un chico en medio de todo y de nada. Además, el fútbol como hilo conductor.
Con todo esto yo me hago una composición de película muy bien trabajada y con guión, participa el guionista de Ciudad de Dios, película a la que colocan como única por encima compitiendo con el éxito de ésta. En general será un film serio que su director habrá conseguido colocar en un sitio y limbo en el que ni aburra, ni sea pesada con un tema pasado en un tiempo ya moderno como el que vivimos que se olvida de estas temáticas.
Seleccionada para competir en los Óscar en la sección de mejor película extranjera compitiendo con Brasil, será una elección seguro buena, seguro reconfortante y seguro digna, otra cosa será que esperemos menos ternura con el personaje central infantil, que queramos más carnaza y fuerza, que pretendamos entrar de lleno en el problema que aconteció, parece que tendremos solo un paseo por la superficie de gentes que lo veían todo desde el punto de vista del inocente pero bien llevado a lomos de un barrio multicultutal como el de Bom Retiro en Sao Paulo. Como curiosidad, atentos los admiradores del fútbol, ese año hubo mundial y ganó Brasil su tercer campeonato.