Procedente de Austria y bajo la dirección del debutante Sebastian Meise llega al Festival de San Sebastián Stillleben o Still life, como prefieran. Competirá en Zabaltegi dentro de la sección Nuevos directores, una de las secciones con más encanto y curiosidad del festival donostiarra. Esta cinta con acentro centroeuropeo es una interesante opción ya que su argumento (que no podemos desvelar) destapa bastante a la vez que no todo a lo que nos enfrentaremos durante su visionado. Me espero una de actualidad, de sucesos, de crítica al estado del bienestar, a Europa, ni qué decir al sistema en el que vivimos. Y no me refiero al fracaso económico. Me refiero a la crisis principios y de normas básicas. A la destrucción de los límites.
Creo que puede tener un lenguaje propio visualmente hablando a la vez que estará marcada seguro por los personajes anchos de interpretación, de unos roles bien establecidos, un contacto directo con el espectador. Violencia sin sangre, drama sin lágrimas, denuncia sin papeles. Una redada familiar en toda regla. Recomendable y para difrutar en versión original con ese acento alemán que tanta fuerza le da a todo. Película inpronunciable a la vez que prometedora.