Wim Wenders es un ya legendario
director de cine alemán, por películas como Paris-Texas o El
cielo sobre Berlín (que tuvo su remake correspondiente en City
of angels). Aunque lo que más me gusta recordar del director es
que realizara una película con guión de Bono de U2, Million
Dollar Hotel, y con Mel Gibson en un pequeño papel, además de
en la producción, de la que el propio Mel dijo que era "más aburrida
que el culo de un perro". Con todo esto voy a que Wenders, si es que
hay quién no le conoce, es un director de prestigio que no le tiene
miedo al riesgo.
Y como no le tiene miedo, se ha
embarcado en esta película. Un espectáculo de danza, un experimento
que lleva a las calles a la compañía Tanztheater Wuppertal Pina
Bausch, a realizar una serie de coreagrafías que, parece ser,
son bastante espectaculares. Quienes, como yo, no son especialmente
amantes de este arte, probablemente recelarán, pero lo cierto es que
se está hablando maravillas y viene tanto de personas aficionadas
como de otras sin especial interés por la danza. Wenders ha decidido
utilizar el 3D para el bien por una vez, y aplicarlo a este puro
espectáculo visual, y el resultado parece que vale la pena.
Tanto es así que Alemania acaba de
escoger esta película como la candidata que les representará de
cara a los Oscar, una apuesta sin duda atrevida pero que deja muy
claro que este he experimento ha dado resultados. Se vio en Cannes y
ahora aparecerá por las salas 3D donostiarras en la sección Perlas
del Festival de San Sebastián. Habrá que verla.