Una vez que uno se ha visto la estupenda primera parte y que se ha decepcionado con la segunda, pocas ganas le quedan de enfrentarse a ésta tercera parte que, encima, tiene el mal gusto de durar casi tres horas.
Lo que nos enamoró de Piratas del caribe, diálogos ingeniosos y acción ligera, se convirtió en la segunda parte en diálogos inexistentes y acción de rizar el rizo. Aburrido, vacío e innecesario. Por degracia, ésta tercera parte parece ir en la misma dirección. Y es que no nos olvidemos que la película es sólo una parte del proyecto desarrollado por el equipo de Piratas del caribe. Se trata de un desarrollo global del parque de atracciones, el videojuego, el merchandising y la propia película.
Cuando una película no se hace pensando en si misma, si no que se incluyen un montón de elementos pensando en vender más figuritas y vender más tickets para tu parque, el resultado final sufre ...
Me conformo con no aburrirme viendo éste inmenso anuncio de casi tres horas ...