Christin Carion, director prácticamente desconocido por estos lares, es un nombre que se ha labrado cierta curiosa reputación en su país, en Francia. Digo curiosa porque, realmente, tiene dos películas a sus espaldas y con esta L'affaire Farewell firma la tercera.
Es sin embargo un tipo que allí ha gustado mucho con sus dos primeros trabajos (especialmente con el segundo, Joyeux Noël, de ambientación bélica), y que además se toma mucho tiempo para preparar cada uno de sus proyectos. Su opera prima llegó en 2001. La citada Feliz Navidad en 2005, y la cinta que ahora comentamos, aunque llegue ahora a nuestros cines, la terminó realmente hace dos años. Preocupante estos retrasos en la distribución, sea dicho de paso, pero mejor que llegue tarde a que no llegue nunca.
Lo que ahora nos presenta es "una de espías", por ser rápido en la semblanza; poco adornado, nada preciosista, pero os hacéis una idea clara. E incluso una idea exacta si matizo que "una de espías a la europea". Camino bien trazado.
Para ello repite con Diane Kruger, que ya estuvo en su película anterior, y ficha a nombres muy muy interesantes como Guillaume Canet o Willem Dafoe, ese actor de rostro tan feo como atractivo; un intérprete siempre apetecible. No se queda ahí; el género de espías requiere siempre de actores con presencia muy física, con capacidad casi animal en la pantalla. Por eso me apetece tanto ver ante la cámara al grandullón de Emir Kusturica. Para él, no obstante, eso de actuar no es nuevo: lo ha hecho en algunas de sus propias películas, y en otras como El buen ladrón. No se le da mal. Todo un hombre del renacimiento: Cineasta, actor, músico...
En definitiva: Carion se rodea de su equipo habitual para dirigir y coguionizar una de espías a la vieja usanza, como siempre se han contado en el viejo continente, y con la ambientación que exige el canon del género: En plena Guerra Fría. Desde luego no nos vamos a encontrar con nada nuevo, que debiera quizá exigirse a un narrador que ha dedicado 4 años a crear su historia; pero la factura va a ser exquisita. En este verano de sequía en cartelera, es de las mejores opciones.
Eso sí, para los amantes del buen cine de espías, quizá el título del año no esté aquí, sino en El topo. Ojo avizor.