Crítica de la película La batalla de Hadiza (Battle for Haditha) por Iñaki Ortiz

¿Cómo se comporta el marine en el campo de batalla? Pues como un animal, y para eso no necesito toda una película. Ahora es Irak, antes fue Vietnam y antes las grandes guerras. La situación que nos plantea esta película la hemos visto muchas veces antes. No pueden ser los bandos enemigos unos adversarios asépticos y respetuosos cuando es básicamente el odio lo que se promueve y lo que se consigue.

Muy bien, ¿qué puede ofrecernos esta película entonces cuando parece que ya estamos de vuelta de todo?

Aunque parezca una tontería, ahora es Irak. Sí, sí, no es lo mismo. Puede que de manera abstracta podamos afirmar que se trata del mismo conflicto visto en otras ocasiones pero el contexto también importa cinematográficamente. Por supuesto a nivel técnico, pues no es lo mismo rodar esos ambientes desérticos que las selvas cerradas, pero además supone un cierto golpe de actualidad. Lo tenemos reciente, nos resulta mucho más cercano que otras guerras que ya quedan lejos.

Es en este sentido es donde el documentalista Nick Bromfield puede aportar algo. Este director ha dedicado su carrera casi por completo al rodaje de documentales, en ellos lo mismo puede contarnos las andanzas de Kurt Cobain y Courtney Love que meterse de lleno en un local de sadomasoquismo. varios de sus trabajos se han visto en Sundance. El año pasado estuvo en el festival de San Sebastián con uno de sus pocos trabajos de ficción, que en el fondo no quedaba lejos del documental, Ghosts. Tampoco en esta ocasión, que participa a concurso, creo que andará muy alejado de ese estilo.

Lo mejor de acercarse al estilo documental es no ser un documental y parecerlo. Se pueden ofrecer niveles de realismo e intensidad interesantes como puede ser el caso de Bloody Sunday, por ejemplo. Trabajando en esa línea esta podría ser una película interesante y disfrutable. No creo que, en ningún caso, llegue a ser una mala película. Ahora hay que ver si consigue superar el hándicap de hacernos llegar una reflexión mil veces plasmada en cine. Sólo me ganará si me hace entrar de lleno en el campo de batalla.

Espero, aunque no confío en ello en absoluto, que el jurado del festival de este año no se deje llevar sólo por lo duro de un contenido que poco tiene que ve con valores cinematográficos.