Crítica de la película El lado bueno de las cosas por Olmo

Excelsior


4/5
31/01/2013

Crítica de El lado bueno de las cosas
por Olmo



Carátula de la película El lado bueno de las cosas es un bizcocho de película. Es tierna, agradable, deseada y que desea, plato de buen gusto para todo el espectador que se precie, de rápido visionado, humilde, sincera y cercana. No hay solamente un lado bueno de las cosas, los hay en cantidad, todos son buenos lados y buenas razones que la hace superarse y entablar una relación muy especial con el que está al otro lado de la gran pantalla. Dos horas de auténtico repaso sobre el estado de nuestras cosas, un espejo en el que mirarse, el ejemplo de que todos tenemos un lado, ese lado. Bajo el envoltorio comercial de chico guapo conoce chica guapa y viceversa, de que todo parezca tan superficial y fugaz, la cinta no juega a no ser ella, juega a ser ella misma, camina a su ritmo, derrochando simpatía, amabilidad, pasión por la vida en general y la peculiaridad de la misma en particular. Su camuflaje de película que pasará la gran noche de la academia no debería confundirnos ni elevarla a donde no se merece pero estamos sin duda ante una reconversión de la comedia romántica hacia nuevas rutas de exploración, nuevas tonalidades que enseñan, divierten, entretienen pero sobre todas las cosas, enseña, muestra. Es ella misma.

Su atmósfera hogareña se ve altamente influenciada por dos interpretaciones magníficas por parte de los dos lovers Bradley Cooper y  Jennifer Lawrence, a quien me gustaría ver en futuras ocasiones en papeles de esta índole, tan cercanos y humanos, con mucho contenido y en definitiva de interés altamente interpretativo. Una curiosa manera de hacer cine con la vida, sacándole el mejor de sus lados o el único por donde habría que mirarla, su lado bueno. Moraleja: Excelsior.




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