The possession es una película comercial que sigue explotando el tema del exorcismo o de El exorcista con afán meramente taquillero. Sam Raimi (Arrástrame al infierno)produce una película que va a jugar a lo mismo de siempre en cuanto a este asunto de las posesiones, que se tratará de renovar u ofrecer algo más pero que no va a descubrir nuevos límites.
La explotación máxima de los buenos y cada vez más convincentes efectos digitales al servicio del asombro logran resultados majestuosos que conforman más espectacularidad, siempre más…siempre a mucho más…es el objetivo para promover los sillones del público que sólo quiere cine sencillo.
¿Cuántos van a picar en las salas? Muchísimos, buena taquilla asegurada para cuatro momentos de niña y familia americana nueva pero formal, poco sorprendente misterio del por qué de la maldad y una resolución llena de escenones de posesión rígida al servicio del entretenimiento servil.