A sus espaldas arrastra a una cantidad muy importante de lectores del libro con el mismo título. La novela de Khaled Hosseini pasa a la gran pantalla y es muy esperada. Ya cuenta por lo tanto con un público conocedor de lo que va a ver y que espera mucho. Además, su recientemente nominación a los Globos de Oro en la categoría de mejor película de lengua extranjera la avalan. Me recuerda a aquella Las tortugas también vuelan por el lugar donde transcurre la historia. Su director es el alemán Marc Forster ( Tránsito o Más extraño que la ficción) que también va a dirigir la nueva de James Bond cuyo título es Bond 22. A pesar de trabajar en los Estados Unidos su nacionalidad alemana es un factor que determinará el claro fondo político que puede tener el film. Y probablemente sea fiel a la novela pero sufrirá alteraciones.
Y una historia de estas características tiene como protagonistas al sector más joven, a los niños. Muy de moda en las películas con situaciones de este tipo no es tanta su actuación sino la estética que supone hacia el espectador la aparición de los más jóvenes. Además de estos niños, el film en sí creo que será una expresión poética en toda regla, un poema de imágenes, de contenidos visuales asombrosos, de espiritualidad terrenal y de valores. Y puede sonarnos a lo de siempre pero si se sabe hacer bien puede tener buen resutado.
Homayoun Ershadi, Zekiria Ebrahimi y Khalid Abdala son algunos de los nombres del reparto. Además del autor de la novela antes citado le acompaña David Benioff en lo que al guión se refiere.
Quiero verla con ritmo, dinámica y con fuerza. Quiero verla y no desesperarme. Espero que no sea como otras de su estilo que se atasquen demasiado y pierdan su esencia. Quiero que sea una experiencia estética.