Crítica de la película Jonas Brothers En Concierto 3D por Iñaki Ortiz

Esto no es el Neil Young: Hearth of gold de Jonathan Demme, ni Scorsese grabando a los Rolling. Esto es nada menos que un conciertazo de los odiosos Jonas Brothers, y si parece poco, además es en 3D, toma ya. ¿Puedo llenar un par de párrafos más sobre este despropósito? Vaya que si puedo.

Una cosa es sacar un DVD para que las fans de estos hermanos y otra querer rentabilizar a lo grande la cuestión estrenándolo en salas. Como no hay mucha excusa posible para ello, la gran solución ha sido la tecnología de moda, el 3D, así parece tener un sentido. Además, seguramente han calculado con precisión que el público más interesado en el cine 3D y en los Jonas Brothers se superpone jugosamente en el gráfico. Pero claro, que sea rentable no lo hace menos ridículo. No veo comparable a estos tres chavales dando berridos con pose guay, con un espectáculo acuático con ballenas y demás. Me da que el 3D no va a lucir demasiado. El encargado del crimen es Bruce Hendricks, que ya se había encargado del otro elemento del eje del mal, Hannah Montana.

En cualquier caso, la fanática niña chillona que esté deseando sentir como si pudiera tocar a su ídolo en un espacio virtual tan falso como este grupo de diseño, no lo tendrá tan fácil, pues aún no están muy extendidas las salas equipadas. Esperemos que al menos la proyección no sea un fraude como el reciente caso de la miniproyección 3D de Star trek que no daba la talla.