Coraline posee, como ya pensaba en la precrítica, ese nuevo tono de cine algo tétrico para ser infantil, algo sobrellevado en el miedo y en el temor, pero sin complejos, ayudando a los más pequeños a adentrarse en conocer otro tipo de enemigos lejos de los clásicos.
Sin embargo, el enfoque de mundos y submundos que nos ofrece creo que es complicado de conectar en la edad destinada de su creación, difícil de ser entendido claramente por ellos, y por tanto, siendo menos film completo y más film de momentos.
Original, auténtica, creativa y valiente, aunque algo lenta, es una película que necesita del apoyo, como todas pero un poco más, de los mayores para hacer frente a algunas preguntas. Terriblemente tierna y bellamente sincera, Coraline es un bonito personaje e historia que disfrutar con garantías pero pidiendo algo más siendo exigentes mejorable en el matiz antes descrito, por lo demás, de las normales la mejor, de las buenas por abajo.