Desde Cannes nos llega a la sección Perlas de otros festivales del festival de San Sebastián una película que sin participar en la sección oficial (estuvo en la quincena de los realizadores) obtuvo una muy buena reacción por parte de la crítica. Se trata del último trabajo del director japonés Nobuhiro Suwa, que en esta ocasión, comparte dirección con el actor francés Hippolyte Girardot. Del segundo poco hay que decir, se trata de un actor acostumbrado al cine de corte intelectual que ha congeniado con el japonés y se ha embarcado en este proyecto como protagonista y codirector.
En cuanto a Suwa, en estos momentos se trata de uno de los directores más respetados dentro del cine de vanguardia. Sus propuestas buscan experimentar, especialmente desde la forma. El ejemplo que considero más interesante es el de H Story, su particular revisión de Hiroshima mon amour en clave de metacine. El concepto no era lo revolucionario sino más bien las elecciones técnicas que influían directamente en la narración.
En esta ocasión, según parece, vuelve a valerse de una inusual utilización de los elementos cinematográficos para construir su historia, especialmente por su montaje en alguna secuencia concreta. En general, la dinámica del rodaje no es la habitual. Todo comienza con intercambios de mails entre los dos directores -nada tan propio del siglo XXI como eso- para terminar en un rodaje con un guión puramente orientativo y escenas improvisadas dentro de un cierto control.
Los resultados posibles de tales experimentaciones pueden ser muy dispares, pero parece que aquí la crítica ha quedado bastante satisfecha. El festival de San Sebastián nos da la oportunidad de comprobarlo por nosotros mismos. En cualquier caso, una oferta diferente que puede ser algo densa pero que puede resultar muy interesante.