Crítica de la película Tropic Thunder: una guerra muy perra por Romulo

Ben Stiller radiografía los males de Hollywood pero plantando el scanner en plenas tripas, en lugar de hacerlo desde fuera. Hollywood satiriza a Hollywood, si hemos de entender como Hollywood a estrellas del calibre de Tom Cruise, Sean Penn, Tom Hanks, Jennifer Love Hewitt, Tobey Maguire y tantas otras que se permiten el lujazo de pasear cachondamente, en mayor o menor medida, por los fotogramas de Tropic Thunder, sin miedo a descojonarse de su propio trabajo.

La película deja claro hacia donde viaja ya con sus primeros trailers, ficticios pero quizá no tanto. A mi lado, mientras yo reía a gusto, un criajo le iba relatando a su madre "esta quiero verla", "esta no". Para él, desde su inocente mirada, esos trailers eran tan válidos como los anteriores, los "reales". A mi desde luego no me extrañaría encontrarme una película como Los gordis mañana mismo en la cartelera. Con todos sus personajes interpretados por Eddie Murphy. Claro que sí.

Tras este grandísimo comienzo, llega el desparrame: Ben Stiller y su tontorrón héroe de acción venido a menos, Tom Cruise y su impecable jefazo de estudio, Downey Jr. imbuido de la fuerza del Método, y Jack Black, dándolo todo como Jack Black. Maravilloso.

Los gags, lógicamente, los encontramos mejores y peores, pero el ritmo es imparable y en general el nivel es muy alto. Las carcajadas se suceden y, como muestra del buen resultado, en la retina quedan varias imágenes imborrables y desternillantes: Stiller "camuflado" como oso panda o Cruise bailando hip hop son dos ejemplos perfectos. Cruise, por cierto, está maravilloso, imponente, explosivo.

Al final, Stiller parece regalarnos un simple producto-pasatiempo que, sin embargo, arrastra una retranca importante ya no solamente sobre la propia industria de la que llega, si no también sobre su propia condición; algo que, en cierto modo, multiplica su valor y potencia el eco de su... "mensaje".

Bravo.