Grand Canyon no hay más que uno, y siguiendo estas historias sobre racismo, aunque no sea exactamente la misma premisa del renombrado film, Crash, fuera de norma, con aires de grandeza, como si fuera una leyenda llena de pinceladas bellas y preciosas se nos vende coom un producto que entusiasma los corazones bajo la tutela de una dirección moderna pero bien lograda para no desviarse de la taquilla respetable.
Forzada, sobreactuada y a golpes de guión demasiado casual y provocado, me parece que el film empezará por custodiar ideas más o menos concretas acerca del razismo en el mundo actual para acabar con cierta demagogia lenta y etérea con seguro muchos planos del cielo. En definitiva, creo que será una historia muy disfrazada, frágil por su contenido y de actuaciones más bien exageradas que la dirección se encargará de engalanar de grandeza.
Menos lobos caperucita.