No diría que es un género nuevo -ni mucho menos, no vaya a ser que alguno me cuele El hombre de la cámara de 1929- pero desde luego creo que está en su mejor momento, al menos a nivel nacional. Son obras documentales, o que trabajan con imágenes reales de archivo, pero están lejos de buscar la objetividad y ser piezas frías analíticas. Son pura emoción del artista volcada sobre la pantalla como si fuera un lienzo con pinturas rabiosas o una obra musical desatada. A falta de una etiqueta mejor, usaré "expresionismo documental".
Lo vimos recientemente en la que para mí es la película española más interesante del año pasado, Mapa. Las dos películas comparten una voluntad exhibicionista, con los directores -Victor Iriarte en esta, Siminiani en aquella- desnudando al mundo su pequeña historia de amor. Supongo que en la era Facebook es lo que toca, todos hacemos nuestro propio expresionismo documental. También recuerda en algunos aspectos a Los Materiales, de Los hijos, en el uso del rótulo como diálogo de contraste con las imágenes; en el foco puesto en la propia creación de la obra; en la ambigüedad en cuanto al tema central -un recurso que también utilizan otros documentales de autor como Emak Bakia o Pepe el andaluz. La mayoría de estas obras y autores que estoy nombrando fueron citados de alguna manera por Iriarte en el coloquio posterior. Fuera de nuestras fronteras, pienso en obras de no-ficción como la muy interesante My Winnipeg de Guy Maddin, un autoretrato a partir de imágenes de archivo y documental ficcionado.
Iriarte, como decía, juega a tener un tema central difuso. Vemos la supuesta grabación de una película de vampiros. Película invisible, claro, ya lo avisa el título, pero no por ello inexistente. Se va formando en la mente del espectador, va convirtiéndose en una historia de amor, de despedidas, en un viaje. Con elementos musicales y con juegos de montaje se va excitando la imaginación para que la elaboración de esa película personal sea mayor. A su vez, es inevitable compararla con lo que parece ser la realidad -no importa hasta qué punto- sobre su relación con la protagonista.
La película así avanza en varios niveles y te permite situarte en cada momento en el que más te convenga: una grabación de Mursego, la creación del documental, la película de vampiros, la historia personal... Al tiempo que te permite comparar estas líneas: la realización del disco (realmente es una grabación del disco Bi de Mursego) muestra una manera de trabajar a través de crear materiales sin sentido apartente y después darles un valor de conjunto a través de la posproduccción; y esto es precisamente lo que hace Iriarte para construir su documental.
Dicen que en el montaje es donde se hace la película, y especialmente en un documental de este tipo, pero es que aquí está llevado al extremo. Toda la grabación estaba hecha previamente, antes de tener en mente esta idea, y por tanto, todo el trabajo que realmente está orientado al resultado final es de posproducción. El director no duda en hacer uso de todo tipo de trucos de edición: sonidos, textos, fotogramas rojos... Tanto es así que convierte un plano de simple grabación de un disco -ese era su significado cuando se tomó- en un plano de terror en la línea de algunos de los mejores momentos de Berberian Sound Studio. Para ello, parte de un material de base que pueda funcionar -usando algunos gritos extraños de la particular artista- le añade algunos efectos de sonido relacionados con el terror, y lo incluye dentro de una premisa en la que se está grabando la banda sonora de una película de terror -como en Berberian Sound Studio. Todo el nuevo significado adquirido a través de la posproducción. Este doble juego con el material y su significado también recuerda un poco a Miguel Gomes.
Invisible es una obra que, a pesar de su carácter radical y experimental, se mantiene dentro de unas líneas marcadas que permiten seguir su discurso, al tiempo que evocan otras ideas e imágenes en el espectador. Una película que funciona como soporte para construir nuevas ficciones en la mente de cada uno. Aunque no estaría mal ver finalmente esa película de vampiros. Esa película sobre ellos dos.