¿Y a mí qué me importa quién te mató?Esto es la Semana de terror de San Sebastián. La pregunta clave es: ¿qué pinta esta película aquí? Las posibles respuestas son dos: alguna de las locas carambolas que se dan en el mundillo de los festivales ha hecho que, al tener que pagar/cobrar una serie de favores, tengamos que tragarnos una película que poco o nada tiene de fantástica, de terror, o de géneros relacionados. Y la segunda es que los programadores del festival hayan visto en ésta película la oportunidad ideal para calentar a la sala riéndose de ella. Ni siquiera, como veis, me planteo la posibilidad de que ésta película esté programada porque sea realmente buena. Y es que una película sobre los problemas mentales de una secuestrada, si está hecha en serio, tiene bastante poco interés. Sólo falta que diga esto para que me encuentre con un escrupuloso análisis sicológico de las víctimas de un secuestro y acabe dándole cinco estrellas postcríticas.... lo dudo bastante.
Las palabras clave que uno no puede omitir en una precrítica sobre ésta película son "Lindsay Lohan". En efecto, la amiguita de Paris Hilton que va por ahí declarando su amor incondicional a las drogas y el alcohol, y enseñándonos sus partes íntimas cada vez que se sube a un coche, resulta que también actúa. Su presencia en ésta película viene a confirmar mi hipótesis: ésta película sólo puede estar preparada para que la despellejemos a gritos en la sala del Teatro Principal.
No me creo la película. No me creo que esté programada en serio. No me creo nada. Me prepararé desde el minuto primero para destrozarla. Aunque si al final me sorprende me comeré mis palabras y la puntuaré correctamente.