Después de la exitosa Canino,
el director griego Giorgos Lanthimos estrena en nuestro país
una película muy en la línea de la anterior. Una historia extraña,
de una planteamiento cercano al disparate, con personajes que crean
una ficción, un engaño. Quizá la metáfora no esté tan definida
ni sea tan directa como en la anterior, pero los mecanismos
probablemente serán similares.
Esta película participó en el
festival de Venecia donde se hizo con el premio de mejor guión
(también firmado por el director). La cuestión es, ¿hasta cuándo
será válido repetir la fórmula? Sea como fuere, nos encontraremos
con una película original, o mejor dicho, bizarra, que en gran
medida nos sorprenderá, aunque en parte nos recuerde a la otra
película.
Además, Lanthimos sabrá impregnar la
obra de una atmósfera extraña, entre lo inquietante y lo cotidiano,
que conseguirá ese punto extra de valor para un trabajo arriesgado.
Si la tienes en tu cartelera, vale la pena intentarlo.