Al parecer esta adaptación de una novela bastante conocida del escritor tangerino Ángel Vázquez publicada en 1976, es extravagante según declaraciones de su propia directora y parece tener muy presente esa vitalidad de la misma en torno a una ciudad que en su tiempo fue un compendio de culturas.
Esta carta de presentación es suficiente para acercarme al cine, a disfrutar de una historia diferente con otro aspecto nuevo, el de recordar con alegría otros tiempos pero con positivismo. La melancolía es memorable pero a veces es bueno que alguien sea capaz de mostrarnos lo bueno de la cosas, de esa forma, transformando con actores y escenarios una ciudad con un espíritu que será siempre. A gozar.