Crítica de la película Super 8 por Romulo

Factoría Spielberg


3/5
28/08/2011

Crítica de Super 8
por Romulo



Carátula de la película Nombres propios de la industria que han creado su propia "factoría" de producciones los ha habido, siempre. Ahí estaba la factoría Corman, que se dedicaba a (tal como Corman ya hacía como director) filmar películas de terror, serie B, gangsters, cárceles de mujeres... por cuatro duros y amortizarlo en sesiones nocturnas. De esa factoría salieron ilustres como Demme, Scorsese, Bogdanovich o Coppola. Nada menos.

En los 80, Steven Spielberg adoptó el método: Se limitaba a producir películas que calcaban algunas de las constantes del cine de Spielberg, solo que infinitamente más predecible, plano. Claro, él no reparaba en gastos y donde amortizaban era en las grandes salas. Pero sí, donde el Spielberg director siempre ha buscado algo más, algo diferente, el Spielberg productor no ha huido de convenciones y ha ordenado explotar la fórmula fácil: Los Goonies, Gremlins, Poltergeist, En busca del valle encantado, El chip prodigioso... Cada una en su línea, pero no sería difícil encontrar puntos en común, ¿verdad?

Como ya indicaba Sherlock en su precrítica, hay mucho de ejercicio nostálgico, es evidente. Él mismo señala luego en su postcrítica que finalmente no hay tanto de esa nostalgia en la película, lo que me sorprende: Sí que lo hay. Por todas partes. Claro que con las posibilidades técnicas de hoy, pero... cada paso, cada recurso, cada truco, cada clave, cada réplica de los personajes, absolutamente todas las relaciones entre ellos y, claro, ese final tan calcado de E.T. -hasta la nave, ya en vuelo, es idéntica a la de la película de Spielberg.

En cualquier caso, por lo demás comparto la opinión de mi compañero Sherlock, casi al detalle. Mucho fuego de artificio continuo, como con pánico a aburrir; o quizá sea lo contrario: pánico a no impactar. Sin ir más lejos, el primer accidente del tren es estúpidamente largo, una colección de efectos, vagones voladores, ruido y más ruido. La escena funcionaba y llega un momento en que es, simplemente, excesiva; por mucho que todo ese ir y venir de vagones luego resulte justificado argumentalmente.

Al final es una película para el verano y que juega a reactivarnos esas claves que conocíamos tan bien, de todas esas películas antes citadas. Pero es de agradecer que se haya hecho con buen gusto, con actores bien elegidos, con gracia (esto último de hecho es que es innegable: hasta para decirnos "qué malas son las drogas" lo han sabido soltar con mucha gracia) y apelando a una aventura lo necesariamente ligera y muy humana, más allá de los efectos de rigor.

En tiempos del Capitán América y del nuevo Conan, ojalá fuesen así todos los blockbusters. Pero, eso sí, mucho me temo que a Super 8 le van a caer no pocas nominaciones al Oscar. Más de las necesarias...




comments powered by Disqus




Más críticas de Super 8

Ver la precrítica
Desarrollado por Dinamo Webs
Creative Commons
Publicado bajo licencia
de Creative Commons