Crítica de la película Las partículas elementales (Elementarteilchen) por Hypnos

La adaptación era difícil ya a priori, y cuando uno empieza a ver la película, sin haber leído la novela, comprende el porqué de dicha dificultad, simplemente, detectando los fallos del film. Es un procedimiento ciertamente curioso.
Rohler tiene ante sí una peligrosa golosina.

Es un texto que tiene fuerza, una fuerza que le puede dar carta blanca para buscar la experimentación visual y para no respetar una narrativa convencional. Yo creo que es lo que reclama el texto. Y lo creo porque veo el resultado con una experimentación casi inexistente y una narrativa convencional plana y la sensación que me invade es la de aburrimiento.

La película termina narrándonos a través de los personajes sus vivencias más impactantes, la cámara deja paso a la voz en off, y la película se pierde.

Durante muchos minutos, esta película me recordaba en lo que al desafío que acometía a la adaptación de "American Pshyco". En este film nos encontramos con los mismos miedos y peligros que en aquel, pero se supo llevar la película por una fingida narrativa convencional y dar luz verde a los excesos cinematográficos consiguiendo un resultado más que aceptable, entre realidad y ficción, entre cine convencional y experimental.

La mayor experimentación que hace Rohler hace acto de presencia en los flashbacks en los que nos acribilla con una puesta en escena hippie cercana al estallido de color y saturación de los films de Almodóvar, pero ni ahí. No me ha gustado la utilización de la luz que hace durante toda la película, creo que simplemente la ilumina y opta por lo directo de la narración, por el testimonio de primera mano, por lo real ligeramente ficcionado, y se equivoca.

Nos plantea la relación del hermano con el sexo y no se atreve en ningún momento a darnos sexo carnal, morboso, enfermizo, y termina dándonos escenas de diseño, otra vez más, convencional. La tragedia que nos muestra, por lo grotesco de la misma, exigía mayor fuerza visual y suciedad y no una limpia imagen digital excesivamente iluminada. No sentimos el suicidio por mucho que termine poniéndonos en primer plano.

No llega, no arriesga, se equivoca en sus planteamientos y termina aburriendo y dándonos lo de siempre.