Corazón Rebelde es la primera película de Scott Cooper, un actor semidesconocido que ha decidido probar a ponerse detrás de las cámaras. Para ello, cuenta con Jeff Bridges en un papel que le va como anillo al dedo y que le ha valido para ganarse el globo de oro como mejor actor dramático. Es más, me atrevería a decir que Jeff Bridges va a ser la película y que va a tener la oportunidad de lucirse como no lo ha hecho desde El gran Lebowski.
El problema es que esta película es Jeff Bridges y poco más. Porque lo por demás, contamos con el clásico esquema de biopic con descenso a los infiernos y redención incluida. Aunque quizá, se elija contarlo siguiendo las tendencias de El luchador. Ya sabéis, una de esas películas donde hasta el final no sabemos si el protagonista, al que ya hemos cogido cariño pese a ser un degenerado, encontrará su camino o terminará de descarriarse del todo.
Si te gusta la música country, no le buscas tres pies al gato y te apetece ver a un Jeff Bridges totalmente carismático interpretando un papel de lo más agradecido, esta es tu película.