“Desmadre a la americana”, “Los incorregibles albóndigas”, “El Pelotón chiflado”, “Las vacaciones de una chiflada familia americana”, “El club de los chalados”... escritas y/o dirgidas por Harold Ramis, representan el alma de la comedia americana cutre de los ochenta. Y mira que “El club de los chalados” tiene sus cositas, con un Bill Murray inconmensurable. Pues bien, el amigo Harold, se embarca en esta ocasión, con las riendas tomadas sólo en la dirección, en una película alejada, no del todo, del tono general de comedia.
Pero la verdad es que he hecho un poco de trampa escribiendo solamente los primeros títulos de este hombre que es el responsable como guionista o como director de joyitas de la comedia ligera como “Cazafantasmas”, “Atrapado en el tiempo” o “Una terapia peligrosa”. Quizá a alguno de los lectores esto le siga dejando igual de frío. A mí personalmente me parecen comedias como diría alguno “deliciosas”.
El caso es que este hombre, quizá consciente de que llega un momento en la vida en el que tienes que dejar de contar sandeces, por muy maravillosas que puedan parecer, y entrar en temas más serios. Y como dije antes, sin borrar del todo los rasgos de comedia, se adentra en una historia con toques noir, clara discípula de “Fargo”. El mismo director admite que apartando su imagen de bonachón y carcajada, se siente atraído por las películas de Tarantino.
El tipo se pone al tema y nos presenta esta película de crimen en la nieve de la América profunda y para ello se encarga de conseguir a dos de los actores más respetados de Hollywood: John Cusack y Billy Bob Thornton, que no se apuntan a cualquier cosa. Admito que el hecho de que tengan criterio a la hora de elegir papeles no implica que tal criterio sea bueno, de hecho, a ambos les hemos visto en alguna que otra película que mejor no recordar. Pero es un dato, y nos puede hacer pensar que algo han visto en esta película.
Fijémonos pues en el otro punto interesante: el guión. Se trata de una adaptación de una novela de Scott Phillips, personalmente no tengo el gusto de conocerle. La adaptación corre a cargo de Richard Russo y Robert Benton. El primero, colabora con el segundo en dos películas de Paul Newman (“Al caer el sol” y “Ni un pelo de tonto”), lo cual no está mal. El segundo, Robert Benton tiene ya más currículum: “Bonnie y Clyde”, “Superman”, “Kramer contra Kramer”, “Bajo sospecha”... Además de dirigir alguna de estas películas es el director de “La mancha humana”. Vamos, sólo quiero intentar convencer al lector de que no son unos ineptos al servicio del lucimiento de John Cusack. No garantiza nada, lo sé. Podemos estrellarnos contra un petardillo, pero a mí me hace dudar y tener esperanza.
Y, sinceramente, ¡es que no hay otra cosa decente en la cartelera! Yo paso del mono grandote.