Suelo conformarme en este tipo de films de aventura del puñetazo con que todo el mundo haga su trabajo de manera decente y la comercialidad deje una película al olvido, pero esta vez no puede pasar desapercibido un agravio al personaje, un insulto a la historia de Batman y un trabajo mal hecho y a conciencia.
Por qué insistir con peleas niponas o pseudo. Nunca fue Batman un hombre de peleas demasiado decoradas, porque llevar a un Bruce Wayne hacia el insultante intento de solución traumática con cuatro tipos de las sombras, que se adornan con bailes, drogas y sacrificios de grandes delincuentes de la injusticia en forma de ladrón de tierras. Pobrecito. Y si esta escuela del no miedo existe por qué cargársela en un momento y sin sentido! Pantomima.
Las "chapas" verbales son hasta disculpables en estos momentos de cine de arte marcial pero luego vuelven las enormes especulaciones morales, discursitos estúpidos sobre todo en boca de una exagerada que solo está de relleno, para dar un beso final, librarse del amor y posar un pezón en un plano final sin sentido.
El único personaje que se libra de diálogos estúpidos durante un tren soporífero de toma y daca de hablar y hablar es Michael Caine con un tono muy por encima de todos.
El elenco de actores es inservible porque son personajes estúpidos. Las tramas, las mentiras, los policías corruptos, los chistes fáciles y la tontería de diálogos aclaratorios solo descansan cuando empieza una acción que al menos te deja descansar. A partir de ahí la película va muriendo hacia un final necesario, no carente de una forzada manipulación para que venza el bien.
Liam Neesom no es creíble, se muestra categóricamente lioso, sin firmeza ni claridad de pensamientos. Gary Oldman es el elegido sin casi papel (de caras) para ayudar a un Batman aún débil. Rutger Hauer es sin duda un patán sin sentido. Morgan Freeman un pobre hombre que quiere ser tranquilo y aparente, ser un poco despistado. Todos ellos sobre todo acompañados de Katie Holmes, nada seductora, ambigua de lo mala actuando, confundiendo caras de sonrisa con caras de tristeza, miradas tiernas con Dawson crece.
Destrozar un Batman más o menos bien llevado por Bale, sin aspavientos, exagerado cuando se pone el traje, significando actuaciones que sirven para hacer posibles las siguientes películas, pero hacerle dudar con un trauma solucionado en 10 minutos en otra de la saga con calidad, y mostrando solo decentemente un niño que de adolescente, joven y adulto da muestra de poca capacidad para ser un héroe. Lástima y vergüenza.