Stieg Larsson, Camilla Lackberg, Asa Larsson...¿a qué les suenan estos nombres? Es un ejemplo de la fiebre escandinava que vivimos en estos momentos. Personalmente, estoy muy agradecido por la aportación literaria de los países del norte de Europa así como todo lo que llega de allí: música, escutura, pintura y desde luego cine. Porque, aunque no lo crean, son conocidos pero no lo suficiente. Y esta fiebre nos está volviendo a todos locos, de alegría.
Comienzo mi precrítica de esta manera para presentar Happy end, película que se presenta en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián. Su director es Björn Runge y para muchos un desconocido. Tiene a sus espaldas títulos como Al final del día y Mouth to mouth, que tratan sobre temas de actualidad, crítica social, denuncia. Un gamberro de los que me gustan, de los que no se corta. Pero delicado a la vez. Construyendo sin destruir.
En esta ocasión volverá la denuncia con cuerpo de película dramática estandar y retratos sicológicos, personajes gastados, ambiente nórdico como un personaje más...Creo que ya me entienden. Si les gustan las novelas negras suecas, les gustará Happy end. Eso sí, recuerden que esto es cine, no es un libro, aquí la mecha dura hora y media y tiene otros ritmos, otras distancias que recorrer. Aún así, disfrutenla, es una muy buena apuesta festivalera. Que no termine esta bendita fiebre.