La guerra del Chaco, entre Paraguay y Bolivia, y sus últimas horas son los protagonistas de una película premiada en Cannes con el Fipresci, entorno a una pareja anciana que espera las evoluciones del conflicto para con su hijo destinado al frente.
Paz Encina debuta detrás de la cámara en un largometraje ofreciendo un espectáculo lento y severo, donde la cámara fija trata de plasmar las conversaciones, la vida real, el paso del tiempo en sí mismo y una naturaleza cotidiana dignas de visitar, aunque no a todos nos convenza este estilo tan pobre. Es cierto que otros también lo han hecho, pero la calidad era mayor, las historias otras, y las capacidades bien distintas.
No me apetece, porque esperar tanto sin demasiado contenido para un par de tomas bastante buenas, mientras te limas las uñas en busca de un alicinte mejor, está a la altura de pocos. Para empezar es demasiado osado.