La sociedad china ha sufrido un cambio brutal en los últimos cincuenta años. Aquellos que visitan China actualmente se hacen eco de los contrastes culturales que se pueden observar. Esos padres agricultores con hijo informático. Esas ciudades en las que los edificios crecen unos encima de los otros y dónde se pueden observar algunas de las mayores aberraciones arquitectónicas.
Y esa China es la que fascina, al parecer, a los cineastas chinos actuales. Ya sufrimos con Sunflowers en el Festival de San Sebastián. ¿Qué nos deparará éste nuevo intento?
Incógnita.Miedo ... ¿otra vez a aburrirnos terriblemente con un tostón? Pues probablemente si. Pero no cejaré en mi empeño por ello.