Crítica de la película Campamento Flipy por Beiger

A estas alturas supongo que todo el mundo sabe quién es Flippy. Flippy es el alocado científico encargado de presentar la sección de ciencia de El Hormiguero en Cuatro. A veces es difícil distinguir donde acaba el personaje y empieza la persona, pero lo que está claro es que detrás de tanto balbuceo y experimento mal hecho se encuentra una persona bastante más inteligente de lo que parece. Prueba de ello es que, sin ir más lejos, ha sido el productor de Muchachada nui.

Hay que hacer negocio y exprimir a los personajes lo máximo que se pueda. A mí me parece estupendo. Así que Flippy ha decidido producirle a su propio personaje una película donde ha conseguido unir a los chanantes (no le habrá costado mucho) con incombustibles como Pablo Carbonel. La pena es que el esfuerzo solo haya llegado hasta aquí. Esto es, como ya tenemos producto, no vamos encima a andar buscando un buen director o un buen guionista. Todo se ha quedado en la producción. Así que la propuesta se queda en eso, en propuesta, y la película irá a la deriva sin un leit motiv coherente y sin unos gags lo suficientemente bien preparados. Algo barato, fácil y rápido, que no dará mucha pasta pero sí la suficiente para justificar su existencia.

Bien por la mente empresarial de Flippy, mal por no intentar ir más allá. Película recomendada sólo para los más fans... sobre todo si son menores de cinco años.