Al salir del cine tras ver esta película, una pregunta te ronda la cabeza: ¿Qué es lo que se nos quería contar? No queda claro. No sabemos si era un documental personal que, al estar producido por su mujer, busca más llegar al humano que hay detrás de la escuadra y el cartabón o si, por el contrario, intentaba ser un análisis de su obra.
Sin embargo, probablemente la respuesta sea que ni lo uno ni lo otro. ¿Cuanto pesan tus edificios, Mr. Foster?, está concebida como una especie de obituario. Cierto es que Foster ha abandonado ya su propio estudio y se dedica únicamente a ser la imagen del mismo, pero resulta penoso ver que se pasa por su obra a gran velocidad sin pararse a explicar por qué resulta revolucionaria. Se nos explica el tema del peso de los edificios y los materiales que se usan, y algún detallito más. Es más, el documental empieza bastante fuerte intentando filmar cada obra de manera medianamente original, lo que pasa es que parece como si el esfuerzo fuera demasiado grande y se hubieran cansado en seguida. Lo que queda después es una serie de imágenes con el piloto automático y un par de tésis que serían interesantes si se desarrollaran, pero que como no se hace no llegan a nada.
Tenía ganas de conocer un poco más de cerca la obra y la personalidad de un arquitecto tan importante como Norman Foster, y sigo teniendo las mismas porque este documental apenas me ha aportado nada.
Oportunidad desperdiciada.