Esta película llega bastante olvidada, como esas buenas intenciones que reciben el dinero pero que no son utilizadas para la taquilla porque no la van a tener. Esta tremebunda historia fuera de lo normal entorno a lo últimamente hiperutilizado cruce de personas y familias, tiene a un elenco importante pero creo que se diluye en modernismos extraños que no ayudan a espectador, sino que lo envuelven hasta que perdemos el interés por la historia, o las imágenes, una de dos.
Penélope Cruz, sí esa chica de la laureada Volver pero también de la pésima Sahara, se desenvuelve al parecer bastante bien en el film, acompañada de Ralph Fiennes (El jardinero fiel o La condesa rusa), Kristin Scott-Thomas (Arsene Lupin o Man to man) o Iam Holm (El almuerzo desnudo o El aviador), bajo la tutela de la hermana de Ralph y Joseph Fiennes, va sonando raro ya.
En definitiva una consecuencia de favores de cámaras prestadas que no llegan a ninguna parte porque suelen ser pequeños ensayos y experimentos, que respeto, pero que no están bien pensados y así acaban.