Crítica de la película Import/Export por William Munny

Esta película de República Checa, y sí he nombrado ese país, ha sido recibida con diferente reacción por parte del público en Cannes 2007, y esto a veces no es motivo de desdicha en un festival que lo aguanta todo o casi todo. Al revés, quiere decir que ha llegado a buen puerto y el mensaje se ha enviado con destinatario, otra cosa es que no gusten las formas. Normalmente son acusadas de frías, pero yo desde mi humilde opinión encuentro que así han de ser, porque así son y así ven las cosas. Eso también es Europa, a esa misma también pertenecemos, y así hay que aceptar su cine. Si no podemos entenderlo habrá que conectar más, ya que algunos están en off y no quieren entender. Son películas al fin y al cabo que necesitan un doble visionado, hagámoslo.

Con actores noveles y una historia que se cruza literalmente, es posible que consiga con autenticidad mostrar la otra realidad de este continente en los países más helados y de clima menos cálido. Los problemas siempre existen y en este caso se nos muestran sin verguenza, como si no hubiera que ocultarlos, lo que suele ser la tónica general. Espero pocas palabras, pero mucha franqueza, imágenes a la ayuda del personaje y no para llamar la atención, historia sincera, real y una muestra fidedigna de lo que ocurre. A veces uno piensa que las historias de arriba son dramas sin más, que la denuncia social existe poco, adelante con esta oferta.