Crítica de la película Esperpentos por Hypnos

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, "esperpento" es, en su primera acepción, hecho grotesco o desatinado; y, en su segunda acepción, Género literario creado por Ramón del Valle-Inclán, escritor español de la generación del 98, en el que se deforma la realidad, recargando sus rasgos grotescos, sometiendo a una elaboración muy personal el lenguaje coloquial y desgarrado.

Y es que el film pretende ser una suerte de adaptación cinematográfica de la Trilogía Martes de Carnaval, escrita por Ramón del Valle-Inclán, y que está siendo publicitado como el último trabajo del recientemente fallecido y siempre recordado, Rafael Azcona.

Dirige José Luis García Sánchez (no confundir con José Luis Garci), director que ya en 1978 logró un gran éxito para el cine español con el Oso de Oro en Berlín por Las truchas, y que con La corte del faraón consiguió la Concha de Plata del Festival de San Sebastián en 1985. Y que ya tiene la experiencia de adaptar a Valle-Inclán, con Tirano Banderas.

El film huele a cine español de grandes divos del teatro. Así, veremos a Juan Luis Galiardo, a Juan Diego o a Pilar Bardem. Y por la ambientación, la dirección y el texto, me van a remitir a una suerte de teatro filmado, más que a genuino cine. No se tome esto a mal, sino como una manifestación del Cine que a mí, personalmente, no me llena. Aunque siempre sea un auténtico placer ver atmósfera de teatro de la mano de estos actores, con un texto tan fabuloso como el redactado por el Marqués de Bradomín.